Imagen portada

Imagen portada

martes, 31 de enero de 2017

Hace unos minutos, he leído un artículo en Cultura Colectiva sobre las dificultades que encontramos si, alguna vez, hemos amado a alguien que no muestra afecto, o más bien, que le cuesta mostrarlo. 

He pensado en todas las personas a las que nos cuesta, y en mí. Y he llegado a la conclusión de que lo más probable es que acabe como empecé, porque soy demasiado complicada emocionalmente (yo también lo complico) para esa mayoría de la sociedad que busca la inmediatez y el camino más fácil. Sé de lo que hablo. Me conozco. No se puede luchar contra lo que se es. 

Y me desespera sentirme obligada, presionada, forzada a mostrar algo cuando no estoy preparada o, simplemente, porque cree que debería actuar o sentirlo a su misma manera. Pero no puedo porque mi manera es diferente a la suya. Quizás más lenta, más profunda.

domingo, 29 de enero de 2017

viernes, 27 de enero de 2017

Creo que algún día estarán preparadas para volver a encontrarse, y ese día no habrán reproches, sólo indiferencia.

lunes, 23 de enero de 2017

Hago las cosas cuando quiero,
soy yo quien marca el tempo,
ni muy pronto, ni demasiado tarde,
sólo cuando lo siento.

sábado, 21 de enero de 2017

Un tópico típico el amor de cafetería. Coincidir con alguien en el mismo sitio, a la misma hora. Llamadas constantes de atención. Que te pongan un café solo con esa sonrisa...

- Amores de cafetería.

jueves, 19 de enero de 2017

Los nervios son mayores yendo de copiloto que yendo detrás. Y una mirada de soslayo reflejada en el retrovisor es más bonita, al menos al principio, que una directa. El refilón está infravalorado.

- Amor de trayecto.

martes, 17 de enero de 2017

No es uno de mis lugares preferidos para ir a entrenar o a hacer deporte, pero hace unos años coincidí con dos chicos bastante monos que me convencieron, sin proponérselo, de que no estaba tan mal tanto músculo hinchado. Quizás fueron las feromonas masculinas del ambiente, que al concentrarse todas en un local tan pequeño cargado de tíos, no pudieron más que atraer a las escasas féminas hasta lo que parecía un buen ejemplar del sexo opuesto, o simplemente la falta de un referente más cercano a la realidad. Sea como fuese, se nos nublaron los sentidos durante todo ese período, pero el embrujo se rompió y, al menos yo, volví a mi pensamiento anterior sobre los croisants de gimnasio.

- Amores de gimnasio.

domingo, 15 de enero de 2017

¡Qué bonito fue este en concreto! Todo empezó con un comentario, mientras estudiábamos, sobre el chico de la barba que, con la impulsividad de una amiga y el descaro de un amigo, desembocó en la bochornosa entrega de una carta anónima de "amor" de escasos dos párrafos al chico en cuestión. Evidentemente, siendo anónima, el chico buscaba por la sala a su presunta enamorada pero no sabía quién era ella. Sin duda, habría sido una putada no decírselo porque se pasó la primera tarde escaneando toda la sala y a cada chica, sentada o que pasaba. Sólo consiguió descubrirme cuando vio a mi amigo, el descarado que le había entregado la carta, y a mí sentados dos mesas por delante de él, y fue inevitable que dedujera que era yo después de pillarme unas tres mil veces mirándole. Esto se transformó en una búsqueda constante de nuestra mirada durante el primer cuatrimestre, sumiéndonos en el frenético juego del mirar y apartar la mirada. 
Fue divertido hasta que cambiamos de sala y nos perdimos la pista.

- Amor de biblioteca.

viernes, 13 de enero de 2017

Estos amores tienen algo en común con la canción infantil del Capitán. Esa canción que decía: soy capitán (soy capitán), de un barco inglés (de un barco inglés), y en cada puerto tengo una mujer...
Pues sí, en cada aula tuve uno. Un compañero que me atraía muchísimo por físico, personalidad, mente o ingenio, pero con el cual no quería nada... bueno, no quería con la mayoría. Con ellos compartí: 

  • 1º, 2º y 3º de la ESO, porque en 4º decidimos caminos distintos, y sin duda, es el único al que vería una vez más y, de los nervios, no me saldrían las palabras para saludarle; 
  • los dos años de Bachillerato, donde conocí a Chan y a Pecero respectivamente; 
  • 1º de carrera, que al ser la novedad y al haber tan poquitos humanitos macho pululando por la clase, me fijé en dos totalmente distintos, nada más que añadir; 
  • la Academia Icaro, esta ha sido la última y creo que mi amor efímero más intenso, pero faltó iniciativa y sinceridad; 

Y creo que ya. No han sido pocos ¿verdad?

- Amores de aula.

miércoles, 11 de enero de 2017

Si estoy escribiendo sobre los amores efímeros es justamente porque me acordé de este en concreto, y no podía pasar sin materializarlo.
El chico de la boina y las patillas, el que escondía su rostro bajo una braga en las crudas mañanas conquenses. El de las cejas pobladas y mirada rebelde. Ese al que cada mañana veía de camino al Instituto y al que echaba en falta si no aparecía enfrente mía. Ese al que miraba con descaro y al que preferiría no haber conocido. Ese al que le gustaba Franz Ferdinand y Arctic Monkeys. 
Y que le haya recordado después de tanto tiempo...

- Amor de Puerta de Valencia.

lunes, 9 de enero de 2017

Esos amores muy fugaces con los que compartes uno o varios viajes, largos o cortos. Ese con el que compartes mañanas y tardes hacia la Universidad, y que, con el tiempo, comenzáis a saludaros. Esos otros con los que compartes el camino de regreso a casa o de vuelta al lugar donde trabajas o estudias. Esos a los que buscas con vehemencia hasta cruzar una mirada cada vez que subes a uno. Esos con los que, después de años, vuelves a cruzar la mirada y recuerdas hasta el más mínimo detalle de su sonrisa antes de que vuelva a sonreírte. 
Esos amores que no lo serán, pero te alegran el momento. Álvaro fue uno de ellos.

- Amores de autobús.

sábado, 7 de enero de 2017

Amores efímeros

Amores de autobús,
amor de Puerta de Valencia,
amores de aula,
amor de biblioteca,
amores de gimnasio,
amor de trayecto,
amores de cafetería...

No tienen nada en común
salvo las miradas cálidas 
y su efímera existencia.

jueves, 5 de enero de 2017

A veces, es mejor reír a carcajadas para no matar a nadie. 

Reflexiones aceituneras.

martes, 3 de enero de 2017

Me encanta cuando alguien me conoce tan bien que cuando otra persona comenta algo sobre mí, la primera puede decir sin dudar que eso no es típico de mí, porque sabe que;
 1º no tomo rehenes,
 2º no dejo supervivientes ni testigos y,
 3º tengo mis principios.

domingo, 1 de enero de 2017