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domingo, 17 de noviembre de 2013

Marea - Ojalá me quieras libre


Y sé que no habrá sedales cuando te hiera mi ausencia,
ojalá me quieras libre, ojalá me quieras.
Yo te querré deshecho, te querré en la roca viva, 
te querré en todos los versos que no quieran tus pupilas, 
yo te querré en la acequia, te querré en la cumbre fría, 
te querré cuando el fantasma de tu voz venga a por mí.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Abril Rossetti.

Y es que esa monotonía que había ocupado gran parte de su día a día la consumía hasta apagar el brillo de sus ojos. Habría acabado con ella con la misma facilidad con la que se había extendido. Pero había conseguido escapar de su celda, superando sus limitaciones, saltando al vacío. 

Algo había cambiado en su interior, provocando una actitud distinta hacía lo real y lo verdadero, llevándola a recordar las explicaciones de sus profesores de filosofía sobre El Mito de la Caverna de Platón. Había obviado durante tanto tiempo lo que era evidente que había permanecido en la oscuridad de la caverna sin apenas advertirlo.

Pero había logrado ascender con ayuda y ver más allá de su realidad relativa.

Pármintul.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Lestat

A todas nos enamoró Lestat. El misterio que lo envolvía y su manera de vivir esa existencia, rompiendo mitos y tradiciones en la búsqueda de conocimiento.

Apenas perceptible por un humano su realidad. Tan blanco y tan rubio, no cabe duda, es del norte. Tan letal, tan frío. Muy pocas saben lo que esconden sus labios, muy pocas le temerían. Juega con sus víctimas, las conquista y las encierra en la más profunda oscuridad, sumiéndolas en el sueño eterno. 

sábado, 2 de noviembre de 2013

Coche: 2 / Plaza: 134

Cuando regresaba a casa en tren esta semana, me fijé en algo curioso que se repite continuamente en los trenes y que siempre me hace muchísima gracia.

Es curioso que justo al pasar la estación anterior a la de algunas personas, éstas comienzan a recoger su equipaje y se posicionan en la puerta de salida, falten 5 ó 10 minutos para llegar. Y no puedo parar de pensar en ello, ¿por qué van tan rápido a la salida si tenemos varios minutos por delante antes de la frenada final? ¿Acaso no saben, después de hacer el mismo trayecto durante meses, que con casi un minuto de antelación también les da tiempo a recoger su equipaje y bajar? ¡Pero si cuando avisan por megafonía hay personas que llevan siglos en el hall! Quizás sea yo la que lo hace mal, pero ni una sola vez he retrasado el tren ni me he quedado encerrada.

También me hacen gracia las miradas o gestos de la gente a través de los cristales. Cuando cojo el tren, suele ser un poco tarde y los cristales de las ventanas se convierten en espejos traicioneros. Podemos ver lo que está haciendo el pasajero de delante con solo mirar hacia la ventana, e incluso mirar a alguien sin hacerlo directamente. Eso sí, es bastante incomodo cuando te pillan y el sentirse observado/a. Genial para hacer ojitos.

Y por último, lo confiados que son a veces algunos revisores. En la mayoría de los trayectos cortos podríamos colarnos por la face sin problemas porque escasas veces llegan los revisores hasta donde estamos, controlando su posición sería muy fácil. Algo que me ha pasado en otras ocasiones es que pasan a mi lado y me preguntan algo así como: ¿te he pedido antes el billete? y ahí tengo dos opciones de respuesta; mentirle y decirle que sí o decirle que no y que me lo revise. Eso sería lo ideal cuando no llevamos billete, ¿problema? se nos ven las intenciones a kilómetros y nuestros gestos nos delatan. Ahí, la única pregunta que recibiremos de ellos será: ¿billete por favor?

Así que; pregunta, coquetea, se sincero/a o huye haciendo la croqueta.