A veces las cosas de las que nunca hablamos o escribimos son las que más nos importan.
A veces, después
de años sin vernos, una simple mirada deja al descubierto nuestros
sentimientos y desintegra la armadura que habíamos forjado.
Y otras veces, una
simple mirada nos muestra la indiferencia o el rencor que aún nos guardan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario