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martes, 18 de enero de 2011

Símil de la Vida y la Ducha

Esta mañana, mientras estaba duchándome se me ha ocurrido algo. Otra comparación interesante sobre el proceso desde la ducha hasta mi habitación y la vida.
Es normal asustarse, yo también me tendría miedo a mi misma si no me conociera. Normalmente, me despierta Billy Talent en la alarma del móvil, lo apago y me quedo zombi durante 5 minutos, filosofando sobre cosas de la vida que, estando en mis cabales, no pensaría.


Hoy me ha tocado pensar en la ducha (demasiado temprano + no desayuno = filosofada total) y he llegado a la conclusión de que la acción de ducharme, secarme y llegar a mi habitación es como la vida misma.
Mientras te duchas estas calentita, protegida como en el útero de tu madre, de repente sientes que tienes que salir de ese lugar acogedor, ya sea porque tienes que ir a trabajar, clases, exámenes... como el bebé que se encuentra en el útero siente que debe salir (algunos nos agarramos a la ducha/útero con uñas dientes).
Sales y sientes el frío sobre tu piel húmeda y lo único que te reconforta es tener la toalla cubriéndote del frío, la toalla serían los papis. Cuando ya estás preparada para salir del baño totalmente seca, te colocas la toalla alrededor y sigues el camino hacia tu habitación con los obstáculos que encuentras por el camino (sillas, puertas, mesitas...) como cuando eres pequeño y, a cada paso que das, están tus padres detrás para enseñarte los valores y principios, a ser "mayor", para levantarte cuando has caído.


Hasta que llega el cambio, llegas a tu habitación, dejas la toalla sobre la cama y comienzas a vestirte poco a poco, como cuando ya eres mayor de edad y dejas tu familia para ir a vivir a otro lugar sola o acompañada, para hacer tu propia vida cerca o lejos de tu familia, porque es la hora de formar tu familia, de independizarte, de ser la dueña de tu vida y solucionar tus propios problemas tu misma, porque la experiencia te ha enseñado que siempre se solucionan y que la vida puede ir todo lo rápida que tu quieras, que eres la reina de tu mundo y de tu destino, y que solo tu puedes elegir la forma de vivir y encontrar la felicidad, de volar y sonreir, de llorar, de sufrir, de luchar por lo que quieres, de amar...

1 comentario:

  1. Excepto el último párrafo que me parece una cursilada, lo demás me encanta. :)

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