¿Sabes? Eres como el Choco
Clack.
Al principio, el frío y
dulce caparazón almendrado que lo envuelve, seguido de la capa intermedia de vainilla,
que contrasta con la primera y equilibra el dulzor de esta. Y por último nos
sumerge en su interior, en su corazón de chocolate, más dulce y cálido que las
anteriores.
Eso me gusta de ambos;
que tenéis vuestras capas, algo que descubrir en cada una de ellas, y que se
mantiene el misterio hasta el final. Que no mostréis todo lo que sois desde el
primer mordisco y que me permitís introducirme poco a poco en vuestro
interior.
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