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viernes, 12 de julio de 2013

Plácido verano

Estoy que no me lo creo. Éste es el primer verano, desde hace mucho tiempo, que estoy disfrutando y voy a poder disfrutar sin la frustración y preocupación constante por haber suspendido varias asignaturas que pensaba que iba a aprobar ya que el examen había salido 'bieeen', y de las recuperaciones de noviembre, porque cada vez que pienso en ellas me pongo mala, pero no aprendía (pasado ^^) y me llevaba (pasado también) trabajo para verano, para tener algo que hacer, y no aburrirme, digo yo. Pero con tiempo libre pocas personas se aburren... 

Estas recuperaciones de noviembre, realmente, no son como en el instituto donde las recuperaciones se hacen durante la primera quincena de septiembre, y solo tienes que organizarte el estudio y/o ir a clases de apoyo durante julio y agosto, sino que son en noviembre y disponemos de "algo" más de tiempo (¡buaah! hasta que llegue noviembre, tengo tiempo de sobra para estudiar) pero que, a la hora de la verdad, estamos jodidos porque 'estudiamos' en verano (si las distracciones nos dan tregua) y al comenzar el curso nos centramos también en las asignaturas de ese año, la dinámica de las clases, las fiestas de reencuentro, de disfraces, las de la facultad, novatadas, los trabajos semanales individuales y/o grupales, con su difícil organización y los típicos -¡uy! yo hoy no puedo, pero mañana sí, -hoy me viene bien pero mañana tengo un curso, -pues quedamos hoy los que podamos y mañana todos juntos,-y si no lo terminamos? -lo dividimos en partes y cada uno lo termina en casa y nos juntamos el día de antes para unir las partes y darle formato,  -¡ah! yo en ese caso os pasaría mi parte por correo porque ese día tengo médico, etc. ¡Y así no hay quien consiga estudiar!

Poco a poco se acercan las fechas de los exámenes y tenemos para esas semanas trabajos, exámenes de ese año, clases de mañana y tarde, y estudiar para las recuperaciones. Sentimos que se nos echa encima el tiempo. Y al final acabamos estresados, bloqueados, saturados, decaídos, patidifusos (me encanta esta palabra) hasta navidad. Pero las posibles malas noticias al conocer el resultado de nuestros exámenes, no nos dejan pasar unas felices fiestas, al igual que tampoco nos permiten tener un maravilloso verano, porque al ser veteranos en esto, sabemos lo que nos espera durante el verano, septiembre, octubre y medio noviembre, y que no tendremos un respiro hasta junio, que si nos hemos puesto las pilas y nos lo hemos currado durante todo el año o los exámenes extraordinarios de junio, no tendremos que pensar en esto que os cuento porque tendremos un feliz verano, sin preocupaciones, estrés y lo más importante sin remordimientos y frustraciones. 

Por eso, estoy disfrutando de mi libertad, muy feliz, radiante, relajada, motivada, alegre, mm... satisfecha, jubilosa, ociosa. :)

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