Extraño los olores de las sopas de los asiáticos en los rellanos de la residencia, bajar cada día temprano a la parada del bus y los paisajes tan verdes y frondosos que a todas horas podía ver.
Echo de menos las conversaciones en los autobuses de dos plantas, las fotos de grupo en cada semáforo, la seguridad y los inoportunos "fuera de servicio" cuando más los necesitabamos.
Extraño los viajes a Lewes, visitar lugares con el tiempo justo, los cabreos al no encontrar "Candem town" y al cuestionar su existencia.
Echo de menos los "can you take a picture, please?" y los "photo please, photo please!" señalando la cámara.. los "cheers!" y los "you're welcome".
Extraño las clases de Helen, cuando nos sacaba de paseo para hacer entrevistas, comprar cosas o tomar té y cuando después de cada juego nos daba galleticas y chocolatinas. También las clases de Luke, con sus locuras, sus "don't speak beautifull spanish, only beautifull english", la Macarena y los "wake up, Rebeca!"
Echo de menos tantas cosas, a tantas personas... incluso al mal tiempo y la lluvia.
He ganando mucho con este viaje... pero se ha quedado atrás, muy atrás, algo que realmente me importaba.
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